Conic Hill o cómo no descansar en tu día de descanso
Buenos días mis queridísimos tres lectores. Hoy voy a escribir algo en el blog, me da igual que me digáis que no tengo constancia o que os importa menos que la crisis de la patata en el siglo quince, porque resulta que el blog es mío y puedo hacer lo que quiera con él, un poco como el pp con RTVE. La única minúscula diferencia es que esto lo van a leer cuatro personas incluyendo a un señor canadiense despistado (que…